- Quizás mereció un mayor reconocimiento en su carrera, pero Riva nunca jugó para grandes de Italia como la Juventus, Milan, Nápoles o Inter. Se conformó con jugar en un Cagliari para el que dedicaría gran parte de sus goles, donde fue feliz y siempre quiso estar. Y aún así, es considerado uno de los mejores jugadores italianos de todos los tiempos.
Aún figura como el máximo goleador histórico de la "Azzurra", para la que marcó 35 goles en 42 partidos, unos números increíbles. Fue campeón de la Eurocopa de Italia 1968 y participó en dos Copas del Mundo. Sus grandes actuaciones sobre el verde conllevaron múltiples reconocimientos, quedando cerca de ganar el Balón de Oro en 1969 y 1970. Su compatriota Gianni Rivera y el alemán Gerd Müller se llevaron la bola dorada mientras él ocupo segundo y tercer lugar respectivamente.
- Jugó al fútbol en una época en la que coincidió con grandes futbolistas. Hombres como Franz Beckenbauer, George Best, Johan Cruyff, Pelé, Bobby Charlton, Grzegorz Lato u Oleg Blokhin llegaron a verse las caras con él en algún momento. Incluso Diego Armando Maradona ya empezaba a dar muestras de su gran fútbol por Argentina.
Luigi Riva, al que muchos apodaban "Gigi", nació el 7 de noviembre de 1944 en Leggiuno (Italia). Su estilo de juego era algo mágico, o eso aseguran los que le vieron jugar. Era un delantero fuerte, con valor, rápido, técnico y con mucha movilidad dentro del área. Dicen que todo lo que tocaba acababa en el fondo de las mallas, que tenía el don de imponerse por alto con tremenda facilidad y que no solía perdonar en el mano a mano.
En la provincia de Varese pasó su infancia criado en el seno de una familia humilde, de una madre que cuidaba de la casa y un padre polifacético que desempeñaba diversos oficios. El cabeza de familia moriría cunado Luigi era un niño, por lo que sería enviado a un internado religioso donde pasó tres años, saliendo del mismo para trabajar en una fábrica mientras en sus ratos libres le daba patadas al balón.
Riva sufriría un nuevo revés en su vida con la pérdida de su querida madre, pero en el fútbol encontraría el refugio necesario para olvidarse de sus problemas, hasta que llegaría el momento de poder vivir del deporte.
En Lombardía se verían sus primeros goles, pues allí jugaría para el Laveno Mombello, el primer equipo de su carrera, cuando todavía era juvenil. Posteriormente ingresaría en el Legnano, donde solamente estaría un año.
Sin necesidad de fabricar muchos goles para la escuadra lombarda, el joven artillero demostraría con sus actuaciones que tenía condiciones para llegar muy lejos, razón por la que la directiva del Cagliari Calcio acabaría haciéndose con sus servicios cuando todavía competía en la segunda división italiana.
Pero Gigi no tardaría en convertirse en el líder de un equipo que acabaría ascendiendo a la Serie A, en la que debutaría el 13 de septiembre de 1964, en un encuentro frente a la Roma que acabaría con derrota por 2-1.
A Riva le quedaban muchos años por delante, todos ellos dedicados a ese equipo al que representaría durante trece años de su vida pese a que muchos poderosos clubes trataron de hacerse con sus servicios.
Todo lo que conseguiría con el Cagliari sería a nivel personal, ya que nunca pudo celebrar títulos con el cuadro "rossoblu". Luigi sería el máximo goleador de la liga italiana en tres ocasiones (1966–67, 1968–69 y 1969–70).
Gigi Riva disputó dos Mundiales y fue campeón europeo en Italia 1968. |
- Durante todos aquellos años, hasta el final de su carrera, el delantero de Leggiuno seguiría jugando en la máxima categoría italiana, en la que además de un gran juego, dejaría unos registros totales de 289 partidos y 162 objetivos. En 1976 llegaría el momento de colgar las botas.
Por el momento, ningún delantero ha sido capaz de superar sus números como goleador en la selección italiana. Para ella disputó 42 partidos e hizo 35 dianas, figurando como uno de los mejores futbolistas del mundo por entonces.
Con Italia llegaría a participar en los Mundiales de México 1970 y Alemania 1974, y por los pelos no llegaría al de Argentina. No obstante, fue glorioso campeón de la Eurocopa de 1968, la cual se había celebrado en su país natal.
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