- Grandísimo futbolista, de una brillante generación de deportistas italianos que durante la década de los noventa acapararon la atención de los medios. Lástima que los títulos internacionales tardarían un poco en llegar.
Hablamos de los Roberto Donadoni, Gianluca Pagliuca, Paolo Maldini, Franco Baresi, Roberto Mancini, Gianfranco Zola, Roberto Baggio, Walter Zenga... Entre estos nombres no puede faltar el de Gianluca Vialli.
Además de su notable participación en una Eurocopa y dos Mundiales, este añorado delantero centro jugó para importantes clubes de su país como la Sampdoria o Juventus. Con el último alzó el título de la Champions League, antes de aterrizar en Inglaterra para jugar en el Chelsea antes de retirarse.
Vialli ganó la Champions con la Juve. |
Pasamos de enamorarnos del juego de un ariete con melena rizada a seguir entusiasmados con ese atacante pelón que de repente apareció. Gianluca era un delantero con mucha técnica, oportunista y difícil de frenar cuando encaraba la portería.
Nacido en la ciudad de Cremona (Italia) el 9 de julio de 1964, Vialli empezó su carrera jugando para el Cremonese, con el que a comienzos de los ochenta consiguió ascender a la Serie B. Y es que este hombre siempre fue un ganador, algo que trasladó de los campos de juego a la vida real pues, ya retirado, logró superar dos veces un cáncer de páncreas.
Tras dar sus primeros pasos con Pizzighettone y Cremonese, acabó siendo un sonado fichaje de la Sampdoria, ya que en el segundo nivel italiano había sorprendido por la cantidad de goles que había hecho. Sus mejores oportunidades pasarían por competir en la Serie A, lo que en cuestión de poco tiempo le llevaría a ser internacional con la selección italiana, a la que ya defendería en el Mundial de México.
Con la "Samp" dejaría claro que tenía olfato goleador, dejando muy buenos registros en sus primeros años por la élite, hasta el punto de convertirse en el máximo goleador de la Serie A en la temporada 1990\91.
En sus años por Génova celebraría varios títulos, entre los que habría que destacar el "Scudetto" de aquel año, tres ediciones de la Coppa y la extinta Recopa de Europa de 1990. Sus goles fueron necesarios para alcanzar semejantes hazañas, al mismo tiempo que se convirtió en uno de los delanteros más cotizados del mundo.
Tras su exitoso paso por la Sampdoria, Vialli se marcharía a otro grande de Italia, la Juventus. A partir de 1992, el de Cremona jugaría para Giovanni Trapattoni, con quien en su primer año de "bianconero" alzaría la Copa de la UEFA.
Más importante sería la gesta de 1996, aunque ya con Lippi en el banquillo. Los Del Piero, Di Livio, Ravanelli y Didier Deschamps, junto con la aportación de Gianluca, conseguirían el título de la Liga de campeones, como colofón a unos grandes años que quedaron encerrados en el recuerdo de Delle Alpi.
Con la Juventus cerraría una larga e inmejorable estancia en la máxima categoría italiana, haciendo unos números de 123 goles en poco más de 300 partidos. Entonces llegaría el momento de probar suerte lejos de casa.
Aprovechando el tirón de sus maravillosos años por la "Juve" y Sampdoria -sin olvidar que un día salió del Cremonese-, Vialli se marcharía a Inglaterra para comprometerse con uno de los clubes más poderosos de la Premier League, un Chelsea donde sería entrenador por otra leyenda como el holandés Ruud Gullit.
Vialli fue uno de los mejores delanteros italianos de los años ochenta y noventa. |
- En Londres también coincidiría con sus compatriotas, Zola y Di Matteo, compaginando tareas como jugador y entrenador, siendo fiel al puro estilo del fútbol de antaño. Y aún así, tendría tiempo a celebrar más títulos.
Llegaría un punto en el que el banquillo absorbería la mayor parte de su tiempo, pasando a entrenar directamente y aguantando en esta posición durante unos años más en la Premier, pues también se hizo cargo del Watford.
No hay duda de que Gianluca Vialli fue uno de los mejores delanteros de su selección, y yo diría que del mundo. Con Italia participó en 59 partidos e hizo 16 goles, además de concursar en importantes torneos como la Eurocopa de Alemania 88 y los Mundiales de México 86 e Italia 90.
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