- "Il più grande". Roberto Baggio fue uno de los mejores futbolistas del mundo en los años noventa que rozó el título mundial con Italia en las Copas del Mundo de Italia 90 y USA 94, en las que alcanzó un tercer y segundo puesto respectivamente.
¡Y cómo nos divirtió su fútbol!. Fue un grande entre grandes, ganador del Balón de Oro en 1993 y figurando en otros certámenes por ser un destacado crack de la época con jugadores de la talla de Marco Van Basten, George Weah, Lothar Matthäus, Paolo Maldini o Diego Armando Maradona.
Fue leyenda para todos, para Fiorentina, Milan, Juventus, Inter, Bologna e incluso Brescia. Éste último equipo tuvo el privilegio de tenerlo en sus filas cuando ya no había más que demostrar, cuando decidió abandonar el fútbol.
Baggio ganó el Balón de Oro en 1993. |
- Dio grandes momentos al fútbol. Tenía una técnica brutal, una especie de entender este deporte como nadie, capaz de imaginar cualquier clase de jugada que ofreciera espectáculo para el que quisiera ver un buen partido.
Durante su época, llegó un momento que todos querían emular a este crack nacido en Caldogno (Italia) el 18 de febrero de 1967. Lucía una enorme coleta rizada que muchos quisieron emular, y por ello le llamaban "l Divin Codino". Este centrocampista creativo de fútbol ofensivo sabía tratar el esférico como nadie. Tenía regate, visión de juego, gol y era un especialista en las jugadas a balón parado. Baggio era fútbol en estado puro.
Aún no tenía ese tan característico peinado cuando casi a mediados de los setenta jugaba para el Caldogno de su localidad, de donde pasaría al LR Vicenza a partir de la siguiente década. Con este equipo daría el salto profesional, dejando entrever su impresionante talento para que equipos más grandes se fijaran en sus cualidades.
De esta manera, Roberto pasaría a formar parte de la Fiorentina, club con el que conocería la máxima categoría italiana a mediados de los ochenta y donde permanecería cinco temporadas para poner en pie a muchos agentes que empezarían a contactar con el joven internacional que ya daba jugaba sus primeros partidos con la selección italiana.
De la mano de Luigi Maifredi, Baggio se prepararía para ser estrella en la Juventus y así vivir sus mejores años como futbolista, respaldado por otros cracks del momento como Salvatore Schillaci, Conte, Di Canio, Vialli, un joven Alessandro Del Piero y los campeones del mundo Möller, Kohler y Thomas Hässler.
Era el momento del fútbol italiano, cuyo país acogía una Copa del Mundo en la que Baggio tendría sus primeras apariciones. Equipos como el Milan e Inter dominaban en el panorama nacional, aunque la Juventus de "Il Divino" comenzaría a dar mucha guerra con el juego del cotizado centrocampista.
Sus primeros años por Turín casi fueron de paso, aguardando hasta la campaña 92\93 para sumar su primer título con la "Juve", con la conquista de la Copa de la UEFA ante el Borussia Dortmund germano.
Aquel año 1993 sería el suyo, alzando el preciado Balón de Oro, merecido por sus grandes hazañas con la Vecchia Signora, llegando a ganar la liga italiana en su último año por Turín, en la campaña 1994\95.
Los clubes se mataban por tener a Roberto Baggio, quien nunca quiso abandonar Italia y prefirió seguir compitiendo en la Serie A con el inolvidable Milan de aquella época, entonces dirigido por el gran Fabio Capello.
En su primer año ganaría el "Scudetto", el segundo en su cuenta personal. Pero en San Siro solamente estaría dos temporadas, optando por abandonar la entidad milanesa en 1997 para recalar en el Bologna F.C.
Tras una campaña con los "rossoblù", el crack de Caldogno volvería a San Siro, aunque esta vez para representar al Inter de Milan, donde estaría dos años yendo de más a menos, aunque bien es cierto que el gran ajetreo que hubo en el banquillo de los "neroazzurro" no le permitió tener más continuidad.
Roberto Baggio estuvo a punto de ser campeón del mundo en dos ocasiones. |
- A Baggio no le quedaban ya muchos años de fútbol. Tras sus grandes años figurando entre los grandes goleadores e indiscutibles con la selección nacional, el centrocampista afrontaría sus últimos años con el Brescia.
Durante cuatro años más se mantendría en activo, teniendo muchos minutos en su último año para sumar un total de 420 partidos y 198 goles en sus años por la liga italiana. Ya en 2004, Baggio colgaría las botas.
Poco le faltó para ser campeón del mundo con Italia, una poderosa selección con la que disputó 56 partidos e hizo 27 goles. Quizás mereció mucho más, habiendo participado en tres citas mundialistas para rozar la gloria en las ediciones de Italia 90 y USA 94.
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