¿Te acuerdas de Giuseppe Meazza?

 - Posiblemente, el mejor jugador italiano de la historia, capaz de ganar dos Copas del Mundo con su selección tras el dominio de Uruguay en el primer campeonato mundial de la historia. La Italia de Giuseppe Meazza fue la que cogió el testigo para erigirse como la más poderosa de aquella época.

Él es el responsable de que interistas y milanistas se debatan el nombre de un mismo estadio. Para los "rossoneros" debería llamarse San Siro, los "nerazzurros" se inclinan por jugar en la cancha del mejor futbolista de su historia.

Y eso que Meazza jugó para ambos equipos, además de haber representado a Juventus, Varese y Atalanta. En total disputó 463 partidos y marcó 270 goles en la liga italiana, y después ejercería una carrera en los banquillos.

Meazza jugó para Milan e Inter.

- Máximo goleador de la liga italiana en tres ocasiones, también lo fue de la Copa Mitropa y obtuvo el Balón de Oro del Mundial de Italia 1934 por su increíble papel en él. Nacido el 23 de agosto de 1910 en Milan (Italia), su nombre está escrito en la historia del fútbol internacional con letras de oro.

Meazza era conocido como "Peppino" o "Il Balilla". Fue uno de los mejores delanteros del mundo, en una época en la que sonaban con fuerza los nombres de deportistas como José Nasazzi, Matthias Sindelar o Stanley Matthews. En aquellos años el fútbol comenzaba a alcanzar su esplendor, esa magia que haría que muchos aficionados comenzasen a comprender un deporte que a día de hoy tiene un seguimiento excesivo por todo el planeta.

Italia le debe mucho a este delantero que cogía el balón para hacer música con él. Sorteaba a sus oponentes con tremenda facilidad, era duro como un bloque de hierro y hacía goles sin parar. El de Porta Vittoria tenía la capacidad de tirar de todo su equipo para ganar los partidos, asumir ese papel de liderazgo con el que destacaba durante los noventa minutos.

Perdió a su progenitor siendo un niño por culpa de la Primera Guerra Mundial. Entonces tendría que criarse junto a su madre en su amada Milan, a la que ayudaba en su puesto del mercado de frutas y verduras sin llegar a renunciar a su pasión por el fútbol, un deporte que tenía pocos años de existencia por entonces. 

A los seis años ya le pegaba buenas patadas al balón. De aquella los balones se fabricaban con ingenio mediante trapos y cuerdas, así como se creaban equipos para aprender a competir. Giuseppe sería parte importante de un equipo llamado Maestri Campione.

Digamos que su primer equipo serio sería el Gloria F.C., donde ya fue admirado desde los doce años. Un aficionado llegaría a regalarse sus primeras botas de fútbol, con las que "Peppino" haría sus primeros goles. 

Siempre fue un admirador del AC Milan, pero recibiría un duro golpe en su juventud cuando a los catorce años fue rechazado por su frágil físico y su corta estatura. El Internazionale aceptaría al joven delantero en sus filas, cuando por entonces ya era considerado el gran rival del cuadro "rossonero".

A los diecisiete años conseguiría entrar en el primer equipo interista. Pese a que el entrenador Árpád Weisz era reacio a contar con chicos tan jóvenes, Meazza haría dos tantos en su debut que convencerían al húngaro.

Tras estrenarse en aquel partido de copa ante el Unione Sportiva Milanese, Meazza conseguiría hacerse con un hueco en la delantera del Inter a finales del año 1927. Así comenzaría su imparable trayectoria, siendo ya seleccionado por el equipo nacional para acudir al Mundial de Uruguay 1930.

Durante trece años sería uno de los jugadores más reconocidos en todo el mundo, haciendo para el Inter un total de 240 dianas en 348 partidos para ser considerado como el mejor anotador del Calcio italiano. 

Se despediría de la entidad "nerazzurra" en 1940, después de haber ganado tres títulos de Liga y uno de la Coppa nacional. Entonces sí, el AC Milan se haría con los servicios de Meazza, aunque solo fuera por dos temporadas.

Con la empresa milanesa no ganaría título alguno, dejando el equipo en 1942 para unirse a la Juventus, para la que tendría tiempo a marcar en una decena de ocasiones durante los 27 encuentros que fue miembro de la Vecchia Signora. De Turín se marcharía también sin alcanzar títulos importantes.

"Peppino" Meazza fue Balón de Oro en el Mundial de Italia 1934.

- Aún no sería el momento de abandonar la práctica del fútbol, por lo que Giuseppe Meazza se marcharía al Atalanta, de donde se marcharía para retornar a un Inter de Milan con el que se retiraría en 1947.

El legendario goleador se convertiría en un buen entrenador que también dirigiría al equipo de su vida, así como a clubes como el Atalanta o Besiktas. Recordado siempre como una figura del fútbol mundial, "Peppino" fallecería el 21 de agosto de 1979 en Lissone (Italia), dos días antes de cumplir los 69 años.

Meazza jugó para la selección de Italia en 53 ocasiones y marcó 33 goles. Fue Balón de Oro y campeón del Mundial de Italia 1934, además de alzar también la edición francesa de 1938. Además conquistó la Copa Mitropa en dos ocasiones.