- Italia tuvo unos años muy buenos futbolísticamente, tratando de competir a nivel de selección como se hacía en la prestigiosa Serie A. Este centrocampista formó parte de una selección "azzurra" que luchaba por estar entre las más grandes, no obstante, el Mundial que se celebró en casa en 1990 fue realmente decepcionante.
A nivel de clubes fue otra historia. De Napoli triunfó con el Nápoles, valga la redundancia. Formando un equipo de ensueño, consiguió alzar trofeos como el de Liga, la Copa de la UEFA y la Coppa. Solo con el Milan pudo hacerse con la Liga de Campeones, pero con los "rossoneri" nunca se sintió importante.
Su fútbol estaba a otra altura. Fernando De Napoli era un volante de corte defensivo que también podía moverse más adelantado, con una gran imaginación para realizar jugadas rápidas y especializado en la destrucción del juego.
De Napoli nació en Chiusano di San Domenico (Italia), el 15 de marzo de 1964. Dijo Jesucristo que "nadie es profeta en su tierra", pero nunca se pudo saber eso con este jugador, pues salió de Avellino para triunfar, y lejos se retiró.
Empezó jugando en las categorías menores de la Unione Sportiva Avellino y dio sus primeros pasos profesionales con el equipo de mayores y un Rímini donde ese estuvo fogueando a comienzos de los ochenta.
Con el equipo de su ciudad disfrutó de sus primeros partidos en la Serie A, demostrando un nivel que le haría debutar con la selección nacional y figurar en las agendas de los clubes más importantes de Italia. Tras intervenir en el Mundial de México 86, De Napoli ficharía por la Società Sportiva Calcio Napoli.
En esa ciudad que Fernando llevaba como apellido, el centrocampista iba a disfrutar de los mejores momentos de su carrera, formando un poderoso plantel con Diego Maradona, Ciro Ferrara y los brasileños Careca y Alemão.
Con Ottavio Bianchi debutaría para los "Gli Azzurri", el 14 de septiembre de 1986. La primera misión sería iniciar el campeonato con una victoria, algo que se conseguiría en la visita al campo del Brescia, donde se ganó por 0-1.
Una jornada después, De Napoli marcaría su primer tanto para el Nápoles, aunque solo serviría para cosechar un empate en San Paolo (1-1). Desde el principio, el mediocampista se ganaría la titularidad, cerrando su primera temporada lejos de casa con la conquista de un doblete, con la Liga y la Coppa de 1987.
Aquel maravilloso equipo giraría en torno de la figura de Maradona, quien sin duda era el jugador más importante. Pero no rutilaba menos la estrella de De Napoli, quien continuó siendo imprescindible pese a la llegada de Albertino Bigon.
Aquella intratable escuadra napolitana había conseguido la Copa de la UEFA, y con Bigon se repetiría el logro liguero. El Nápoles se acostumbró aquellos años a luchar por la Liga, rozando el reinado en dos ocasiones.
También cabe apuntar la Supercoppa del año 1990, justo cuando se organizó el Mundial en Italia. A De Napoli ya no le quedaba mucho por San Paoli, donde llegó a disputar un total de 176 partidos y anotó 8 tantos. Después de seis temporadas inolvidables, ficharía por el Milan de Fabio Capello, en 1992.
De Napoli participó con Italia en dos ediciones de la Eurocopa y de la Copa del Mundo. |
- Por San Siro ya no sería lo mismo, y Fernando De Napoli apenas tendría apariciones con el equipo milanés, con el que consiguió alzar el título de la Champions en 1994, además de otros dos ejemplares de Liga y la Supercopa europea.
Mucho palmarés para un jugador que acabó en el olvido. El centrocampista de Avellino dejó el AC Milan para fichar por la humilde Reggiana, donde estuvo hasta 1997 con la que disputó sus últimos partidos en la Serie A.
Le faltó esa grandeza con la selección italiana, para la que De Napoli jugó 54 partidos y marcó un gol. Participó en la Euro Sub-21 de 1986 y en la Euro de Alemania 88 con la absoluta, con la que llegó a la semifinal. También intervino en los Mundiales de México 86 e Italia 90, teniendo un tercer puesto en el último.
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