lunes, 19 de abril de 2021

¿Te acuerdas de Salvatore Schillaci?


- El Mundial de Italia 90 fue algo espectacular, o al menos muy especial para aquellos que pudimos disfrutarlo. En él compitieron estrellas como Jürgen Klinsmann, Diego Armando Maradona, Roger Milla, Carlos Valderrama, Romário, Paul Gascoigne, Emilio Butragueño, Vladimir Bessonov, Marco Van Basten... Lo mejor de cada casa.
Por Italia estaban los Roberto Baggio, Franco Baresi o Paolo Maldini, y en la delantera estaba el gran Salvatore Schillaci, por entonces miembro de la Juventus que hasta entonces había jugado para el Messina.

Hoy hablamos de un futbolista que bien pudo llevarse el Balón de Oro, de no haber sido porque Alemania ganó aquella Copa del Mundo. Merecidamente, el cotizado galardón se lo llevaría el germano Lothar Matthäus. Schillaci quedaría en segundo lugar. 

- Y es que la exhibición que hizo este delantero en el Mundial que se celebró en su país fue algo digno de admirar. La "Azzurra" se quedaría en el último peldaño hacia la final, pero "Totó" sería catalogado como el mejor jugador del torneo y máximo realizador con 6 dianas. Me reitero, fue un Mundial espectacular.
Schillaci era un jugador que ya intimidaba con la mirada, perdida, como de lunático. Demostró ser un hombre con gran carácter y un olfato goleador muy agudo, con dotes para crear peligro en cualquier jugada próxima al área, bueno por arriba, magnífico y brillante por abajo.
Salvatore nació el 1 de diciembre de 1964 en Palermo (Italia), y con su nombre hicieron un juego de palabras para que muchos le conociésemos como "Il Salvatore di la Patria" (El Salvador de la patria). 
Su familia era pobre, de clase baja. Él jugaría al fútbol por diversión, aunque llegó a un punto en el que se planteó tomárselo en serio, después de destacar como miembro del Amat Palermo, del que en 1982 pasaría a formar parte del Messina, su primer club profesional. Con éste modesto equipo pasaría de competir en la cuarta división italiana a hacerlo en la Serie B.

A finales de los ochenta daría un salto importante en su carrera al fichar por la Juventus donde sería acogido por Dino Zoff, que por entonces se hacía cargo de la escuadra "bianconera". Él confiaría en su talento. 

Desde el principio, Schillaci contaría con la confianza de un entrenador que le haría debutar en la máxima categoría el 27 de agosto de 1989, en un encuentro celebrado en Stadio delle Alpi frente al Bolonia. El encuentro se saldaría con empate a uno, y el joven debutante se quedaría sin marcar.
Eso no ocurriría en las siguientes jornadas, pues el de Palermo haría un doblete ante el Hellas Verona y vería puerta también contra la Fiorentina. En su primer año con la "Juve", Salvatore marcaría un total de 15 goles.

Sus aciertos también ayudarían a que el equipo conquistase la Copa de la UEFA al término de aquella campaña 1989\90, elevando tanto su prestigio, que Azeglio Vicini no dudaría en llevarlo al Mundial de Italia.

Retornó del torneo con la fama por las nubes, por lo que muchos serian los clubes de renombre que llamarían a su puerta. Sin embargo, Schillaci continuaría en Turín, formando un poderoso equipo junto a Roberto Baggio, Thomas Hässler y Paolo Di Canio que bien merecería más que aquel trofeo europeo y la Coppa.
En sus tres años con el equipo de la Vecchia Signora dejaría unos números de 26 goles en 90 partidos, llevándose la espina clavada de no haber podido hacer con ese Balón de Oro que se adjudicaría el alemán Matthäus.

Por los pelos no coincidiría con el centrocampista en su etapa como jugador del Inter, aunque sí se codearía con otro campeón del mundo como Matthias Sammer. Schillaci ficharía por el Inter en el verano de 1992.

Schillaci fue Bota de Oro en el Mundial de Italia 90, en el que hizo 6 dianas.


- Pese a que su carrera ya iba en decadencia, "Totó" anotaría 11 goles en sus pasos con los "nerazzurri", donde solamente estaría un par de temporadas para volver a alzar el trofeo de la Copa de la UEFA como despedida.
Sin haber cumplido los treinta años, Salvatore Schillaci dejaría la Serie A con 120 apariciones y 37 tantos anotados. Se retiraría siendo muy joven, después de tres años en el fútbol japonés jugando para el Jubilo Iwata.

Cuesta creerlo, pero sus números internacionales se quedaron en 16 partidos y 7 tantos, 6 de ellos fueron en ese Mundial de Italia 90 en el que quedó como máximo goleador. Schillaci dejó tal huella en el mundo del fútbol, que al sudafricano Steven Pienaar le llegaron a apodar "Schillo" en su honor.

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