¿Te acuerdas de Alessandro Nesta?

- Muchos años vinculado a Milan y Lazio para hacer historia como uno de los mejores centrales que se han visto por Italia. En total sumó dos Champions, tres Supercopas europeas tres Coppa de Italia, tres Ligas y una Recopa de Europa, entre otros logros, colectivos e individuales.

Todo se redondeó con la conquista de la Copa del Mundo de Alemania 2006, formando parte de una poderosa selección italiana en la que hizo pareja de centrales con Fabio Cannavaro, el más laureado de ambos.

Participó en tres Copas del Mundo y otras tres Eurocopas, saliendo subcampeón de la edición de Bélgica-Holanda 2000. Alessandro Nesta cuenta con un currículo envidiado por muchos defensas de todos los tiempos.

Casi llegó a ingresar en la Roma, pero fue su padre quien le convenció para ingresar en el otro equipo de la ciudad, ya que era un fiel seguidor de la Lazio. Precisamente en la capital italiana nació Nesta, el 19 de marzo de 1976.

Su posición era esa, la de defender en el centro de la zaga. Reunía las mejores condiciones para desempeñar tal función: buen físico, contundencia, liderazgo, valentía y dureza. Además era un jugador con buen control del balón, de esos que sabían sacar la pelota sin recurrir al puntapié.

Llegaría al primer equipo de la Lazio a partir de 1993, cuando el gran Dino Zoff se hallaba dirigiendo al conjunto romano. Éste sería quien le haría debutar en la Serie A, en un choque ante el Udinese que acabó con empate a dos.

Concluyó su primer año con otra aparición más, y ya con el checo Zeman, empezaría a tener algo más de protagonismo ganándose la titularidad con el paso de los años. Ya a finales de la década, su nombre figuraría entre el de los mejores zagueros de Europa, internacional además con la selección italiana.

Ayudó a la Lazio a ganar dos torneos de copa, una Supercopa nacional, otra europea, la extinta Recopa y el título liguero de la campaña 1999\2000. Dos años después, Alessandro abandonaría el club que le sirvió de presentación.

Tras nueve años perteneciendo a la entidad romana, el joven pero experimentado defensor se marcharía al AC Milan, cuya directiva había insistido mucho en su fichaje para celebrar la presentación en el verano de 2002.

Se avecinaban buenos tiempos para la afición de San Siro, con un equipo campeón que dirigía entonces Carlo Ancelotti y con la presencia de grandes profesionales que supieron dar la talla, tales como Dida, Paolo Maldini, Clarence Seedorf, Andrea Pirlo, Gennaro Gattuso, Andriy Shevchenko, Filippo Inzaghi, Rivaldo...

Muchos cracks en la potente escuadra "rossonera" que ya en el primer año de Alessandro -titular indiscutible-, celebrarían el título de la Champions League, el que se repetiría cuatro años después (2007).

En el Milan también pasaría muchos años de su vida deportiva, completando una estancia de casi diez años en la que Nesta celebraría otros tantos títulos. Además de aquellas dos Ligas de Campeones, el romano alzó otros dos títulos de la Serie A, uno de la Coppa, dos ejemplares de la Supercopa europea y nacional y hasta un Mundialito de Clubes.

Nesta viviría el final de su trayectoria por la máxima competición italiana a las órdenes de Massimiliano Allegri, consciente de que ya no le quedaba mucho más por demostrar, pues ya se sentía glorioso.

Alessandro Nesta disputó 78 partidos con Italia y fue campeón del mundo en 2006.

- Cerró su experiencia en la Serie A con 417 partidos y 8 tantos en sus pasos con Lazio y Milan. Abandonaría el país, aunque no para jugar en otro de los grandes, sino para afrontar el final de su carrera en ligas exóticas.

Primero se trasladó a Norteamérica para representar al Montreal Impact durante un par de años, y después se iría a la India para finalizar su trayectoria deportiva en el Chennaiyin. Más tarde ejercería como entrenador.

Participó en tres entregas de la Copa del Mundo (1998, 2002 y 2006) y en otras tres de la Euro (1996, 2000 y 2004). Jugó para la selección italiana en 78 ocasiones e hizo un gol, y tuvo el prodigioso honor de levantar la Copa del Mundo en Alemania 2006, tras un brillante papel de los italianos.